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 INFORME DEL TRAMO CHACARITA-CONSTITUCION

Salgo algo tarde, igual no importa tanto llegar puntual. El tiempo es una cárcel, quizás demorarme despreocupadamente sea una forma de rebeldía invisible frente al orden invisible que solo un dios invisible puede observar. De todas formas, me siento un poco más libre.

Creo que me gusta caminar. Ciertas calles, casas, arboles, palomas solo existen si nos detenemos a mirarlas, están ahí pero no las vemos. Ese auto debe tener más años que mi papa y esta impecable. Nunca había reparado en el hasta hace unos días, ahora me doy cuenta de que siempre estuvo ahí. Es realmente llamativo que pase desapercibido. Manejar uno de esos es mi sueño, lo haría mientras mi brazo cuelga por la ventana y sostengo un cigarrillo armado con la mano en la que va el volante. El humo impregna su familiar olor y color escurridizo en mi imagen mental. Eliminar la conciencia de estar imaginando para hacer más vivida la secuencia. Me pienso en la Francia de Á Bout de Souffle. 

Le encuentro su encanto a correr el colectivo. El morral se mueve al ritmo de mis pasos con una rebeldía impredecible. Paso al lado de la gente y algo cambia en ellos, nunca alguien queda indiferente después de ver a alguien corriendo el bondi. Hay quienes prefieren esperar, nunca quedarían en ridículo y realizarían tal esfuerzo por unos simples minutos. Se equivocan, el apuro es solo un elegante disfraz que esconde el placer de llamar la atención de las personas que caminan ensimismadas. Esto lo pienso mientras camino en dirección a la parada, hoy parece que no será necesario correr.

El cine hace linda la vida. Es donde el mundo está en orden, o no tiene orden, o rompe con el orden. Hay cada vez menos lugares en los que las cosas tienen sentido. 

Una hora de viaje es bastante, capaz demasiado, a veces poco. Estaré llegando tarde pero yo ya cumplí con lo que depende de mí, ahora estoy en manos del capitán Beto, ayer colectivero, hoy amo entre los amos del aire (frase de Spinetta, me daría vergüenza no reconocérsela). 

El mundo se crea en las palabras, si mis palabras son limitadas, así será mi mundo. ¿Eso quiere decir que la realidad no existe? No entiendo nada. A veces me abruma el mundo. Si solo conociera la palabra “obsesión” ¿todo sería una obsesión? O sea que adaptamos la realidad a nosotros. ¿De qué nos estamos perdiendo? Solo conocemos la obsesión, entonces no existe el vicio, la locura, la cordura, el caos, el orden, nada. Nuestra mente no concibe la posibilidad de nada más. Me da lástima sentir que me estoy perdiendo del mundo, o que podría estar perdiéndomelo, o que exista la posibilidad de perdérselo, como si pudiésemos vivir pensando que la existencia se reduce a una simple baldosa. ¿Qué pasaría si no conociéramos la palabra “alma”?

A veces siento que no existo, que soy simplemente un rejunte de fragmentos de otras personas. A veces incluso me creo inteligente. Wos dice: “no sé si soy cada vez más yo o cada vez más otro”. Incluso esta idea es de otra persona, definitivamente no tengo nada propio.

¡Que negro está el cielo! ¡Que blanco está el cielo! Cruzo la calle y giro la cabeza, sorprendido por la división del día. Igual es solo un recuerdo, ahora el colectivo avanza por Cabrera, calle intrascendente como pocas.

Que loco pensar que los sueños no tienen límites temporales, en una hora de sueño podemos vivir siglos enteros o eternos segundos.

El cine le da belleza a la existencia. ¿La belleza existe o se crea? ¿Trasciende al humano o solo es posible gracias a él? ¿Existe la realidad o solo existen puntos de vista y subjetividades? La ventana del colectivo esta tan sucia que no permite ver afuera, es espantosa y egocéntrica. Me imagino a Anna Karina con su cabeza reposando en la misma ventana y todo cambia, las cosas valen la pena, le agradezco a la ventana por aislarme en este mundo. ¿La cámara crea belleza? Qué triste seria si la única forma de belleza es la capturada y registrada. ¿Qué nos queda en la cotidianeidad? Terrible seria resignarnos, elijo la ilusión. Que se puede hacer salvo ver películas (repito, es una cita de una canción, no me atribuyo el mérito),

Pasamos por Avenida Corrientes. Caminamos una calle sin hablar, Avenida Rivadavia. Manal suena en loop en mi cabeza. Esta reflexión solo me sirve para tomarme un café. El rock de los 70. Jugo de tomate frio en las venas deberás tener. La revolución es inminente. De nada sirve escaparse de uno mismo. Moris es un distinto. Que calor hará sin vos en verano. Así como en Midnight in Paris, yo me iría a los 60 y 70, época gloriosa. 

El celular te quema la cabeza. La realidad no existe. A veces creo que nada tiene sentido. La coherencia es una ilusión caprichosa. El caos domina todo, pero lo ignoramos para no perder la cordura. Si yo estoy adoctrinado, vos también, solo que no te das cuenta. 

Sería una locura si todas las mentes humanas funcionaran así, me abruma imaginar tal infinito de complejidad. Seria deprimente si todas las mentes humanas no funcionaran asi, poder entender todo es el fin, no nos quedaría nada.

Siento que estoy haciendo texto una película de Godard.

Pueyrredón debe haber sido un irrelevante gobernador bonaerense o un caudillo entrerriano que dio la vida por una patria federal. Desde mi lugar envio condolencias a la familia y le agradezco al procer por su servicio al país. Gran avenida. Tengo una relación extraña con las estaciones, en este caso Once, no sé qué pienso. 

Elijo creer en el alma. Es quizás una forma de optimismo romántico irreal, pero no me importa, sino la vida no tiene sentido, no existe. La esencia esta acá. Me da miedo olvidarme de esto, perder el norte, que se apague el fuego y ser consumido por un hielo escalofriante.

Calle Alsina, de lejos veo el Congreso, que siempre me obliga a admirarlo. Doblo en Solís, hay un lindo café en esa esquina. También hay uno en San José y Carlos Calvo. Dan la sensación de resistirse al paso del tiempo. La madera me comparte esa impresión, de ser trinchera frente al cemento irrespetuoso. Bajo del bondi, le agradezco al chofer que no me escucha. Las pocas cuadras que me separan de la facultad no merecen hacerle perder el tiempo al lector. Mientras caminaba se me ocurría que este viaje era algo interesante sobre lo que escribir.