ruido

 

Ruido.

 

¿Para qué estar solo cuando tengo al ruido que es mi mejor amigo?

Que deprimente es la soledad, por suerte el ruido me acompaña para no sentirla.

Sabio es el ruido, nos cuida como un padre,

Incluso cuando no nos damos cuenta nos protege de la vida.

Los profesionales recomiendan tener siempre un ruido a mano.

 

Es un ruido omnipresente y agradable, elegido y apreciado, seductor y embriagador.

 

¿Qué es la calma al lado del ruido?

Nada, no me interesa.

Agradezco al ruido que me empacha y abraza.

La calma es distinta, me reclama tiempo,

No se lo doy, me parece antipática.

 

Es una calma silenciosa y pálida, monótona y vacía, altanera y soberbia.

 

El ruido tiene infinitas formas, trucos e ideas.

Que simpático y ocurrente es.

Es un hábil actor, conoce todos los disfraces.

¿Será un intruso?

Nos invade sin encontrar resistencia.

 

Es un ruido invisible y colorido, complaciente y entrometido, persistente y tentador.

 

Hay tanto ruido que no me puedo escuchar.

No reconozco mi voz.

Me pierdo en el ruido.

Es una bruma espesa y cálida,

Quiero tener frio.

 

Es un ruido familiar y voraz, constante y escurridizo, es la total interferencia.

 

El ruido no oculta el silencio, lo tilda de aburrido.

Ya no me acuerdo la vida sin ruido.

El ruido aturde y ensordece,

Anula la percepción

¿Cómo podemos escuchar?

 

Es un ruido indómito y sagaz, tacaño y egoísta, placentero y agobiante.

El ruido no es caos, es orden.

 

 

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