carta2
Estimadísimo John Lennon. Buenas noches. Si, probablemente te hayas percatado del cambio radical de humor que tengo con respecto a la última carta que te envié. ¿La razón? Me avergüenza confesarte mi situación sentimental, pero es esencial para que comprendas esto. Hace unos días, una mujer en la que estoy interesado, por no decir preocupantemente obsesionado, me comento de su interés por tu música. Naturalmente, ya que soy antipático pero no estúpido, le repliqué que compartía su gusto, y en un impulso inspirado y audaz le mencione suave y despreocupadamente la relación íntima que tengo con usted. Al percibir el feroz entusiasmo que la invadió, me felicite por mi astucia y procedí a enumerarle las decenas de anécdotas que nos unen, hasta que mi perspicaz sentido seductor me indico que debía detenerme. Para completar mí espontaneo plan, fije una fecha y confirme una cita romántica en la que usted nos acompañara durante un rato. Habiendo compartido esto, creo que es inútil repetir lo