cuento 2
Curiosa es la memoria. No existe patrón alguno que permita descifrar los recuerdos, en apariencia inconexos, que se graban a fuego en la mente y nos acompañan por el resto de nuestra vida.
Años atrás, me subía yo al transporte publico intentando hacerme lugar entre una marea asfixiante de gente, cuando un hombre llamo mi atención. Rodeado por oficinistas, da la sensación de ser diminuto, como si esta jaula lo hiciera mas pequeño.
Tiembla el vagón. Me estremezco al mirar al señor, sus ojos me atraviesan y me angustian. Veo a alguien abandonado, desnudo y vulnerable. Me suplica ayuda, pero soy tan débil como él.
El tren avanza rápidamente, siento empujones y voces, pero todo me es ajeno. Pienso que lo único real es lo que está viviendo este hombre, con una percepción tan intensa y terrible, que sería insoportable para cualquiera. Elijo escapar, me bajo en la estación.
Comentarios
Publicar un comentario