algo de autobiografia
Autobiografia
¿Introducción?
Últimamente estuve pensando que lo esencial que nos atraviesa
es lo que menos exteriorizamos, es lo que pasa adentro de nuestra cabeza, las
verdaderas transformaciones, invisibles, en nuestra forma de ver el mundo.
Hablar sobre esto requiere otra profundidad y compromiso, imposible en la vida
que tenemos. ¿Lo real es lo que pasa afuera o adentro de nuestra cabeza? No sé,
pero en esta pequeña autobiografía, que definitivamente no funciona como
síntesis de mi vida, voy a intentar contar algo distinto, lo que pienso que es
lo verdaderamente importante y que me define mejor, aunque acá no me interesa
definirme ni que me entiendan.
Me parece interesante poder pensar y percibir el mundo (y las
personas) en sus contradicciones y complejidad, siendo conscientes de la
incapacidad de entender y procesar las cosas, pero dejando ser y valorando esta
falta de estructuración. Por eso, antes que nada debo presentarme: tengo muchos
amigos y soy extrovertido, pero me encanta estar solo; soy impulsivo y
reflexivo; a veces simplifico las cosas y otras me enredo; escucho rock y cumbia;
odio y amo el mundo; me encanta estar tranquilo y descontrolado; tengo muchas
convicciones y dudas; se perfectamente lo que soy y al mismo tiempo no tengo
idea.
¿Hasta qué punto los pensamientos que tengo son propios?
¿Estoy hecho por completo de ideas ajenas? ¿Por quién fueron influenciadas las
personas que me influencian a mí? Continuamente me atrapo a mí mismo pensando o
diciendo cosas que escuche de otro lado y haciendo propios discursos externos.
Al fin y al cabo todos estamos compuestos de partes de otras personas que
forman una colección inconsciente e irregular. Por esto puedo decir que soy mi
papa, Maradona, mi mama, Borges, mis tios, Menotti, mis amigos, Descartes, mis
profesores, Charly Garcia, mis ancestros, Spinetta, la gente que odio, Kubrick,
e incluso las personas que no conozco, es una lista infinita. Quizás este texto
sea solo una selección arbitraria e incompleta de estas influencias.
Él.
Lloro como si no existiera una barrera entre lo que sentimos
y lo que expresamos. Lloro como si me hubieran atacado en forma tan agresiva,
sorpresiva y contundente que no tuve tiempo de preparar mi defensa. Lloro
emocionado, son olas abrumadoras que vienen del alma en esos escasos momentos
en los que vivimos realmente. Lloro y me descubro a mí mismo. Todo esto, aunque
parezca una exageración literaria, es lo que me paso en la presentación de
Maradona como técnico de Gimnasia hace unos años. No encuentro forma de entender
las sensaciones que me invaden. Veo a Diego en el medio del estadio saltando
junto a los hinchas, que se dividen entre la excitación y la emoción, que se
unen en un canto estremecedor que hace llorar a Diego y me hace llorar a mí.
Un libro
Indescriptible lo que nos ocurre al sentir una verdadera
conexión con un libro. Son esas palabras que nos llegan como si fuesen
nuestras, como si nos hubiesen estado esperando pacientemente, como si nos
hablaran de frente, como si le dieran forma y realidad a pensamientos ocultos y
presentes, como si hasta ese instante solo hubiésemos vivido una existencia
ilusa e inconsciente. La obra “Un Mundo Feliz” significo esto para mí cuando la
leí hace un año. Le dio valor a lo que me estaba pasando, me acompaño
paternalmente en la soledad y en el mareo, fue una señal en la penumbra y la
seguridad de que ese era mi lugar.
Futbol
Forma del espíritu, manifestación del valor nacional, vía de
escape espiritual en la pobreza, defensor férreo de la justicia, la belleza, el
juego, la astucia y la solidaridad, trinchera de lo inútil, del arte, de
crítica social, de ideología y convicciones.
A pesar de apreciar el valor popular que tiene el futbol en
Argentina, vengo pensando al futbol en forma diferente. Por momentos lo siento
un arte puro que se ensucia y deforma en su carácter de negocio masivo, cuya
esencia no es percibida por parte de su público, dirigentes y profesionales, lo
que genera una profunda impotencia y la sensación de un futuro poco prometedor.
La ideología es el campo de lucha social y futbolística, el
ámbito en que se puede dar pelea por las cosas que realmente valen la pena, por
un deporte que represente valores y una visión del mundo. El futbol no está
aislado de la sociedad. Creer en su honestidad, belleza, justicia y pureza es
una forma de hacer política, es una visión de la realidad que hay que defender.
Solo
Un desprecio creciente por el “parecer” me recluye en mí
mismo en la búsqueda de algo real. La sensación de falsedad e ilusión total que
domina las relaciones me angustia. ¿Se puede vivir en sociedad y no ser preso
de su represión? Nuestros gustos, sentimientos, ropa, muecas, pensamientos,
ideas, percepciones, todo está inundado y podrido. ¿Existe forma de escapar? El
yo social devora nuestra personalidad y todo rasgo puro y propio. En este
proceso nos perdemos a nosotros mismos, esto no es existir.
Pensar a la soledad como medio de escape es inocente. Ni
siquiera con nosotros mismos podemos ser genuinos, los jueces sociales viven en
nuestra mente y reprimen cada intento de libertad. ¿Existe algo real y puro? ¿O
hay que conformarse con esta ilusión?
Una película
¿Por qué la capacidad técnica, artística y masiva del cine no
es explotada con la intención de hacer algo que valga la pena? ¿Cómo a alguien
se le puede ocurrir hacer “Misión Imposible”, habiendo películas como
“Persona”, “Memento” o “Ladrones de Bicicletas”?
Evidentemente el cine abarca tal variedad de producciones que es imposible y tonto intentar establecer el mismo parámetro para todas las obras, mas allá de que todas estén hechas en este medio. Sin embargo, después de haber visto “Réquiem for a Dream” no pude evitar el hacerme estas preguntas. Demuestra el potencial del lenguaje y técnica del cine al servicio de generar una conmoción terrible e increíble, que no le permite al espectador quedar indiferente, lo obliga a sentir y sufrir.
Otro libro
La necesidad imperiosa de encontrar la verdad es lo que lleva
al autor a iniciar su periplo. Se encuentra a sí mismo en un mundo irreal,
sostenido por proposiciones débiles y siente que debe buscar afirmaciones
concluyentes, argumentos que espanten la niebla. Debe quedar claro que es la
imposibilidad de vivir en forma ilusa lo que impulsa a Descartes a emprender su
búsqueda, la sensación de que nada es verdadero da inicio al libro.
Después de largos meses de reflexión llega a su argumento
base, que es que lo único que le garantiza que él es un ser viviente es la
duda, porque incluso cuando la cuestiona la está afirmando, la razón que
demuestra su existencia es su puesta en cuestión. En ese momento, si no es que
lo habíamos percibido antes, nos damos cuenta de la completa ilusión en la que
vivimos, el universo es una construcción frágil en la que creímos toda nuestra
vida.
Por último, y para terminar de hacer temblar tu mundo, sostiene
que “pienso, luego existo”, o sea, pienso, por lo tanto existo. No existe lo
“real” en términos materialistas o positivistas, que reducen la vida a lo que
podemos percibir sensorialmente, sino que incluso los sentidos están
determinados por el pensamiento. Todo es potencialmente puesto en duda ya que
definitivamente nuestra mente no está construida a base de verdades, lo que
lleva a un interminable bucle mental en el que no existe realidad sobre la cual
construir ningún pensamiento. Por esto, siempre se vuelve a la afirmación
inicial acerca de la duda, que es el principio básico y esencial del mundo a
partir del cual se puede construir verdad.
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